26 de mayo de 2016

Cáncer: cuida tus pasos

Cada mes de mayo, la Federación Internacional de Podólogos celebra el mes mundial de la salud del pie. El objetivo de esta iniciativa, promovida por una entidad que agrupa a más de 30 organizaciones de todo el mundo, entre ellas la Asociación Española de Cirugía Podológica, en cuya web se publica esta imagen, es promover la concienciación sobre esta parte del cuerpo tanto en el público general como entre los profesionales de la salud.

El lema escogido para este año “Cáncer: cuida tus pasos”, ha puesto el foco sobre un tema del que no se habla habitualmente, el impacto de buena parte de los tratamientos oncológicos sobre el pie. Tal y como destaca la propia federación, conocer esta información a tiempo puede afectar tanto a la calidad de vida como a las posibilidades de tratamiento. De ahí nuestro interés por recoger en este artículo, de manera muy resumida, las principales ideas del dossier publicado en inglés por la organización.

La federación insiste en que algunos efectos secundarios desaparecen tras el tratamiento, mientras otros pueden permanecer y advierte que algunos medicamentos presentan un mayor número de molestias para el paciente en las primeras seis semanas de tratamiento, mientras otros lo hacen entre los dos y los tres meses.


Síndrome mano-pie


Uno de los efectos secundarios de una parte de estos fármacos es el síndrome mano-pie, eritrodisestesia palmoplantar. Entre los síntomas moderados destacan la hiperqueratosis (durezas), enrojecimiento de la piel, hinchazón (que favorece que la uña pueda encarnarse), mayor sensibilidad, ampollas, ardor y hormigueo, tirantez y callosidades en los puntos de apoyo.

Las manifestaciones más severas de este síndrome comprenden piel agrietada, descamada y frágil, ampollas y úlceras, dolor severo e incluso dificultad para caminar.

Además, este tipo de tratamientos tienen un impacto importante sobre la uña. Es frecuente que se caigan, que cambien de color, que se produzca inflamación en el nacimiento, o que se vuelvan frágiles y se formen capas que se rompen.


Consejos para reducir las molestias


Para afrontar, en la medida de lo posible, estos efectos secundarios, la federación repasa algunos consejos.

  • Evitar el agua caliente.
  • Secar cuidadosamente con ligeros toques de toalla, sin frotar.
  • Refrescar los pies con agua corriente fría, una toalla húmeda fría o envolver hielo en una toalla y aplicar durante 15 minutos, sin dejar el hielo en contacto directo con la piel.
  • Evitar el calor del sol, así como las actividades que puedan favorecer los roces.
  • Otro punto importante es evitar el contacto con productos químicos como detergentes.
  • Usar guantes de algodón fino en lugar de goma.
  • Aplicar cremas hidratantes con cuidado de no frotar.
  • Usar ropa cómoda y amplia y zapatos que favorezcan la transpiración.
  • Evitar caminar descalzo y usar calcetines y calzado con suela gruesa.
  • Asesorarse sobre rellenos, acolchados o plantillas si fuera necesario un confort extra.



El cuidado idóneo de esta parte del cuerpo es un elemento más en la calidad de vida del paciente oncológico. No olvidéis que los profesionales estamos a disposición de pacientes y familiares para resolver cualquier duda que pueda mejorar su estado físico en un momento de especial sensibilidad y vulnerabilidad. ¡Todo nuestro apoyo en esta batalla!

24 de mayo de 2016

Un nuevo enfoque para tratar o no el pie plano

Desde el punto de vista personal, lo mejor de acudir a cursos de formación continuada como el Seminario de Podología Infantil al que asistí hace algunas semanas es reencontrarse con antiguos compañeros. Es la misma sensación que con los buenos amigos. Parece que fue ayer cuando estudiábamos juntos en la Escuela de Podología de la Universidad Complutense de Madrid hace ya 20 años. En esta foto me acompañan Francisco Javier, Gema, Marta, Raquel y Antonio - ¡no pasa el tiempo por ellos!
A nivel profesional, son muchísimas las ventajas. Más aún cuando el profesor es Roberto Pascual, una referencia en el campo de la podología pediátrica que hace unas semanas copaba la atención de los medios por un estudio en el que alertaba de las consecuencias de que los niños abusen de los deportivos con ruedines. El impacto sobre el pie es parecido al que tendría enviar a los niños al colegio con un tacón de cuatro o cinco centímetros, para que os hagáis una idea.
Dejando este informe a un lado, voy a hablaros de uno de los temas más interesantes que discutimos en el encuentro, los nuevos enfoques para abordar el pie plano infantil, que constituye uno de los principales motivos de consulta en niños.

Poniendo el acento en la funcionalidad

El pie plano se caracteriza por el descenso o la ausencia del arco en la planta, entre otros rasgos. Como el resto de la estructura del pie, el puente se forma durante la infancia. Un dato curioso es que en los primeros años de vida la acumulación de grasa en esta zona da una falsa apariencia de pie plano. Se considera que a los ocho años el pie ha alcanzado el 80 por ciento de su desarrollo, y por tanto, ha desarrollado la mayor parte de su puente.
Hasta hace poco, el principal criterio para aplicar un tratamiento en niños por pie plano, que consistía en plantillas correctoras y ejercicios combinados para favorecer su formación, se basaba en el análisis de la huella, poniendo el foco en la estructura del pie. De este modo, prácticamente el cien por cien de los niños que acudían a las consultas se trataban con plantillas y si nos remontamos más atrás, con calzado ortopédico.
A día de hoy, el foco está en la funcionalidad, en ver si esta ausencia de puente interfiere en la función que debe realizar el pie. 
Por este motivo, la pauta es realizar un análisis completo que comprende diferentes test para valorar su tipología y grado de flexibilidad y evaluar el comportamiento del pie en un estudio dinámico que permita observar su repercusión durante la marcha.
De algún modo, se espera que, en función del tipo de pie plano y siempre que no haya un impacto sobre la marcha, vaya desarrollando su puente de manera natural, algo que, por otra parte, no siempre sucede.
La justificación de estas decisiones, tal y como recordó Pascual durante la jornada, es que hasta la fecha no existe evidencia científica sobre la efectividad del tratamiento con plantillas en el desarrollo del puente en los niños. Es decir, no se han realizado ensayos científicos rigurosos sobre este tema, lo que no quiere decir que en la práctica no tenga ningún efecto. Como tampoco se han llevado a cabo estudios que puedan probar los beneficios de realizar ejercicios pautados (caminar de puntillas o de talones) sobre el pie plano en niños, según indicó el experto.

Para qué sirven las plantillas

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que cuando el profesional prescribe una plantilla para pie plano no existe como único objetivo forzar el desarrollo del puente. Lo habitual es que se corrijan a la par otras alteraciones asociadas, como el genu valgo de rodillas (piernas en x), normal hasta los seis años, y otro tipo de manifestaciones en la pisada.
Además, cuando es necesaria, una plantilla bien diseñada reparte cargas y permite alinear la estructura ósea del pie, lo que favorecerá posteriormente un desarrollo muscular equilibrado. Si la musculatura evoluciona sobre un pie deformado, por ejemplo, se pueden generar problemas posturales.

Señales de alerta

Ante un pie aparentemente plano, y en cualquier caso, a partir de los tres años los padres deben estar atentos a determinados signos: caídas frecuentes, desgaste anómalo del calzado, cansancio, excusas para evitar la práctica deportiva y, sobre todo, dolor. En estos casos, previo paso por el pediatra, mi consejo es consultar también con su podólogo, que determinará si el pie plano precisa o no tratamiento y de qué tipo.
Atendiendo a estos criterios funcionales, alrededor del 45 por ciento de los niños que acuden con este problema a la consulta salen sin tratamiento, pero siguen en observación para valorar cómo evoluciona el desarrollo del puente en los meses siguientes.
En otros casos, el especialista prescribe unas plantillas para mejorar la pisada y favorecer un desarrollo adecuado del pie.
Apenas entre el cinco y el diez por ciento de los niños con pie plano precisará tratamiento quirúrgico, pero esa realidad también existe y hay que incidir en la detección precoz de estos casos.


3 de mayo de 2016

Que el zapato no estropee un gran día

Con el mes de mayo se abre la temporada grande de lo que muchas personas en la web llaman la BBC, o lo que es lo mismo, bodas, bautizos y comuniones. Nosotros ya hemos comenzado la nuestra, con la comunión de nuestro sobrino Carlos el pasado domingo 1 de mayo. 
Y es que este mes concentra una parte importante de este tipo de celebraciones que, al margen de su carácter religioso, son una fiesta para familiares y amigos a las que se acude habitualmente con ropa y calzado especial.

De "peor" a "mejor"

Por lo que a mí respecta, voy a resumir algunos consejos para evitar que una elección inadecuada del calzado pueda estropear un buen día. Espero que os resulten muy útiles.


Comenzamos con el calzado femenino. Para empezar, hay que reconocer que la mayoría de los zapatos de ceremonia reúnen todas o buena parte de las características que desaconsejamos los podólogos. No obstante, hay que ser razonables y admitir que un uso puntual de este tipo de calzado no tiene mayor importancia. Salvo que la falta de entrenamiento nos regale un esguince o torcedura, que también puede suceder.
Dejando a un lado la estética, el peor esquema es el de un zapato de tacón de aguja muy alto y punta estrecha que, además, lleve suela muy fina. Si el material no transpira y carece de sujección en el talón, son aún menos recomendables. 
Un uso continuado produce sobrecarga en el antepie, favorece la evolución del juanete y otros daños articulares, y los dedos en garra, además de problemas de espalda, entre otras muchas consecuencias en las que no voy a detenerme.
No obstante, insisto, la importancia es relativa si se utilizan unas horas de forma puntual.
En el otro extremo de la balanza estarían los zapatos de tacón más moderado, más ancho, con una pequeña plataforma que compense la altura y amortigüe el antepie, pero que no resulte exageradamente rígida y una puntera más redondeada. Si además son de ante o piel, o de algún material que transpire, el confort será mayor.


Y recuerda:

  • Prueba los dos zapatos en la tienda y camina un poco, preferiblemente a última hora de la tarde. Haz un pequeño rodaje en casa para asegurarte de que son relativamente cómodos.
  • Si tienes previsto acudir a tu podólogo, se recomienda una semana antes.
  • No hidrates el pie en el mismo día. Mejor hacerlo la noche anterior con crema rica en urea y cubrir con un calcetín de algodón o fibras naturales.
  • Si en lugar de panty o media se va a utilizar un aerosol del tipo "medias en spray", hay que dejarlo secar completamente. No hemos podido ver o probar este producto aún, pero es tendencia en internet.  
  • Es importante evitar que las medias se deslicen. Para ello, hay medias con apliques de silicona. También se pueden utilizar medias plantillas de silicona. No es bueno abusar de ello, porque el pie se acomoda, pero de forma ocasional puede funcionar.
  • Los apósitos hidrocoloides para evitar rozaduras también hacen su trabajo. Mejor que las tiritas convencionales, que se mueven fácilmente.  
  • La moda de llevar un calzado de recambio es una buena idea. Prepara algo cómodo por si notas molestias.
  • Una vez en casa, dedica diez minutos a tus pies y te lo agradecerán. Un baño de contraste con agua fría y tibia (mejor que caliente, que aumenta la inflamación). Añade aceites esenciales en lugar de sal, que puede resecar la piel. Para finalizar, un masaje en sentido ascendente con un gel frío y pies en alto para favorecer el retorno venoso.

Calzado infantil y masculino 

A la hora de escoger el calzado de ceremonia de los niños ten en cuenta que muchos de ellos no van a quejarse si molesta, especialmente los más pequeños. Evita zapatos muy rígidos o excesivamente blandos, suelas finas y bailarinas sin sujección. Preparar un calzado de batalla de recambio por si se viera que el niño no esta cómodo no está de más.
El calzado masculino, en general, es más respetuoso con la anatomía del pie. Si hay que elegir, mejor hormas anchas, suelas flexibles y materiales transpirables.

Con esta batería de consejos, ya solo os queda disfrutar. ¡Que vuestras celebraciones sean todo un éxito! ¡Hasta la próxima!