14 de abril de 2016

El estudio digital de la pisada, la tecnología que guía nuestros pasos

 Hace algo más de un mes que quitamos el embalaje de un equipo recién llegado desde Italia que estoy seguro que va a darnos muchas satisfacciones. Se trata de una plataforma de presiones, una tecnología de última generación con la que se pueden realizar estudios informatizados de la pisada tanto en estática como en movimiento, incluso en carrera.

La plataforma, equipada con sensores, se conecta a un ordenador y envía datos muy precisos sobre nuestra forma de caminar que un software recoge y analiza. Da información, por ejemplo, sobre la presión que recibe cada punto del pie durante la marcha, los ejes de movimiento y otros muchos datos que no se pueden percibir a simple vista y que resultan muy valiosos para nosotros como profesionales.

Otra de sus ventajas es que se pueden almacenar las grabaciones de la exploración en movimiento o estática, por ejemplo, para revisarlas con detalle y analizar la respuesta de un paciente al tratamiento prescrito en futuras revisiones.

Además, los pacientes pueden comprender de manera muy sencilla sus problemas al caminar. Las zonas con mayor carga, por ejemplo, aparecen en rojo intenso y el código de colores resulta muy visual. Y lo que es más, podemos comparar su patrón de marcha con un esquema normal, según su peso y estatura, y observar las diferencias.

Hasta hace pocos años, este tipo de tecnologías estaban solo al alcance de deportistas de élite. Afortunadamente, su empleo se ha popularizado entre mis colegas y a día de hoy cada vez es más frecuente realizar este tipo de exploraciones antes de prescribir unas plantillas.

Aunque la verdad es que no resulta del todo accesible y son muchos los podólogos que trabajan con un sencillo podoscopio, un aparato de cristal, espejo y luz que permite solo observar los apoyos en estática. En mi caso, por ejemplo, en la clínica de Herencia he contado desde el principio con un banco de marchas con una estructura similar al podoscopio pero de mayor longitud con el que he podido realizar la exploración en movimiento, que ya era un avance.

Estudios en tiendas y ortopedias
 

Resulta curioso, en cualquier caso, que este tipo de equipos hayan llegado antes a muchas tiendas de deporte o centros comerciales que a las consultas de los profesionales. Cada vez es más común que un corredor reciba asesoramiento sobre su pisada al comprar una zapatilla en alguno de estos centros. Ojo con seguir a pies juntillas las recomendaciones de dependientes o técnicos ortopedas que no están capacitados para interpretar esta información, ya que a veces aparecen resultados contradictorios.

Seguro que vamos a sacarle un gran provecho. Y es que realizar una exploración de este tipo es bueno para cualquier persona, como base para el tratamiento o simple prevención. No obstante, hay varios grupos para los que resulta especialmente interesante.

En el caso de los diabéticos, detectar precozmente los puntos de mayor presión puede ayudar a prevenir complicaciones como la úlcera neuropática, por ejemplo.

En los niños, con un pie en desarrollo, la posibilidad de almacenar las exploraciones y compararlas en un futuro es todo un avance para nosotros y resulta interesante para los padres.

Ni que decir tiene que el gran nicho de esta tecnología es su punto de partida. En el ámbito deportivo, conocer el patrón de la marcha o la carrera no solo ayuda a prevenir futuras lesiones, sino que contribuye a mejorar el rendimiento. Un consejo, en cualquier caso, que conviene recibir de profesionales sanitarios formados específicamente para ello.

¡Os iré contando resultados!

13 de abril de 2016

20 años no es nada...

¡El tiempo vuela! Este año se cumplen 20 desde que me diplomé en Podología en la Escuela de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid. 
La mía fue la sexta promoción en la capital de una profesión sanitaria que empezaba a despegar. Hasta entonces, la atención podológica correspondía a profesionales de enfermería que completaban su formación con un tiempo de especialización, no exactamente las actuales especialidades de enfermería.

Por cierto, aquí os dejo mi orla, no sé si alguien podría reconocerme… Por si acaso, estoy en el centro de la segunda fila empezando por abajo, con cara de foto oficial, la verdad... Y también un recuerdo del día de mi graduación con Esther, hoy mi mujer.

En este tiempo he podido ver todo tipo de problemas en la consulta. Muchos de ellos podrían haberse evitado con un cuidado adecuado de esta parte del cuerpo que no siempre recibe la atención que merece, a pesar de soportar todo su peso.
 Con esta reflexión surgió la idea hace mucho, mucho tiempo de escribir este blog, como parte de mi compromiso personal con mis pacientes pero también con la sociedad. Una apuesta por la prevención y la educación para la salud, que es parte de nuestra labor como sanitarios, en la que espero que me acompañéis.

Junto a mi trabajo, mis hijas Paula y Martina  -sus pequeños pies protagonizan la foto de cabecera- son mi gran pasión. El verdadero motor que me impulsa a estar al día personal y profesionalmente.

¡Os invito a seguirme en esta aventura!